Tenemos que saber que una jornada de esquí requiere de una dieta específica, ya que se trata de un ejercicio físico intenso y concentrado, pese a que el consumo energético cambie en función de ambas variables, además de por las condiciones meteorológicas, la fricción de la tabla o la técnica del esquiador. Para conseguir el máximo rendimiento, recomienda seguir una dieta equilibrada:
55-60% de hidratos de carbono, 15-18 % de proteínas y 22-30% de grasas