Segunda semana de confinamiento y ya se habla de aumentar el estado de alarma otros 15 días más. Esto se traduce, en el caso de muchas personas, en un aumento del denominado estrés: estrés por el hecho de manteneros encerrados en casa sin poder salir por no sabemos cuánto tiempo más, estrés y psicosis por salir al supermercado a dejar las estanterías vacías para no se sabe muy bien qué, estrés generado al estar todo el día pegado a la tele escuchando hablar del mismo tema…ESTRÉS. Pero, ¿cómo afecta el estrés a nuestro sistema inmune?
Como puede verse en la imagen, cuando el organismo está sometido a estrés, tanto físico como psicológico, desde el eje hipotálamo-hipófisis se pone en marcha una cascada de procesos que llevan a un aumento de las cantidades de cortisol. Esto en condiciones normales, tiene un efecto fisiológico positivo, sin embargo, si esta situación se prolonga en el tiempo y por tanto, se hace crónica, los altos niveles de cortisol producen un deterioro de nuestro sistema inmune.
¿Qué puede provocar que nuestro sistema inmune se vea comprometido? En general podemos hablar de:
- Ejercicio físico extenuante. En general, el ejercicio físico mejora la respuesta inmunitaria, pero en entrenamientos muy intensos, y sobretodo si no van acompañados de una buena alimentación adecuada tanto en calorías como en calidad nutricional, dicha respuesta inmunitaria puede verse comprometida disminuyendo así las defensas.
- Falta de sueño. El no dormir las 8 horas que nuestro organismo necesita de forma crónica produce un aumento de cortisol en sangre, por lo que disminuye la capacidad inmune de nuestro organismo.
- Estrés psicológico. Como el que sufren muchas personas en la situación de confinamiento que vivimos por pérdidas de trabajos, faltas de ingresos, pagos a los que hacer frente, o simplemente por el hecho de estar encerrados.
- Dietas con un gran déficit calórico. Una de las situaciones que se producen durante un gran déficit calórico es la menor respuesta de células del sistema inmune, como son las natural killers, y de ahí la importancia de controlar a la perfección una dieta tanto en el caso de bajada de peso, como en el caso de deportistas con grandes rutinas de entrenamiento.
En estos días se esta hablando mucho de cómo podemos aumentar nuestras defensas utilizando suplementos dietéticos y de esta manera hacer frente al ya tan famoso coronavirus. Pero, ¿sabemos qué hay de real en esto? ¿Existen alimentos mágicos que puedan evitar que nos contagiemos?.
Uno de los que más se ha hablado es de la vitamina C. La vitamina C es un potente antioxidante pero no ha demostrado mejorar el estado de inmunidad general en suplemento, debemos de intentar obtenerla de las frutas y verduras frescas.
Y la vitamina D? No hay estudios de que suplementando vitamina D mejore nuestro estado de defensas. Sólo seria útil en caso de carencia, la cual debe ser detectada por un facultativo. Por ello, en principio con tomar el sol esos 15 minutos al día y comer sano bastaría: En confinamiento: ¿Que ocurre con la Vitamina D?
Probióticos y prebióticos: Solo mejoran la inmunidad a nivel del tracto intestinal en personas que por algún motivo tienen un cierto grado de inmunosupresión.
Por tanto, NO EXISTEN SUPLEMENTOS MÁGICOS, con una alimentación Variada, Equilibrada y Moderada #MM bastaría! Recuerda:
–>Mantened esas 5 raciones de fruta y verdura al día que nos proporcionen todas las vitaminas y minerales que nuestro cuerpo necesita.
–>¡Evitad la comida procesada! Ya es conocido por todos el GRAN daño que hace este tipo de comida a nuestro organismo, produciendo un estado de inflamación crónico en nuestro cuerpo.
–>¡Huid del exceso de grasas saturadas! Cambiadlas por frutos secos, aceite de oliva y pescado azul.
–>Consumid legumbres, 3 veces por semana y en todas sus variantes, son buena fuente de proteínas así como de vitaminas y minerales.
POR TANTO…¡¡SIGUE EL PATRÓN DE DIETA MEDITERRÁNEA!!
¡MUCHO ÁNIMO PARA ESTOS DIAS!
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SONIA DELGADO MINGORANCE
Farmacéutica y nutricionista por la UGR
Alumna en prácticas del Máster propio FOOD&FIT
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